No es que me haya sorprendido porque me es bien familiar la idea que de la Justicia tiene la izquierda y particularmente, el Partido Socialista. Que el engendro de Tribunal Constitucional que sufrimos (¿de quién depende?, pues eso), haya revisado, otra vez, las sentencias que prescribieron los jueces de carrera de la Audiencia Provincial de Sevilla y del Tribunal Supremo, no puede sorprender a nadie. Es el carácter de partido y secta de la "justicia" socialista.
Que en una larguísima instrucción intervinieran varios jueces, desde la juez Alaya al juez que lo empaquetó para el juicio oral, Álvaro Martín, salvo las cosas raras de la juez Núñez Bolaños que llegó a ser apartada por el CGPJ, casi una veintena de jueces de carrera, subrayo, ha visto lo mismo, ha razonado lo mismo, ha concluido lo mismo: prevaricación continuada y malversación de caudales públicos. También lo hicieron el Interventor General de la Junta de Andalucía y los expertos peritos de la Administración General del Estado.
Pero nada. Un conjunto de siete miembros del Tribunal Constitucional propuestos por el PSOE —de los que cuatro o han sido ministros de este gobierno o han sido condecorados por el expresidente Griñán o han participado previamente en el caso de algún modo o son togados servidores del polvo del camino, primero de Felipe González, luego de Zapatero y ahora de Sánchez—, están torturando las sentencias profesionales anteriores y logrando que digan........