Jorobado por Notre Dame

Naturalmente, no estoy jorobado porque se haya restaurado la catedral gótica de París tras el incendio de 2019. Estoy encantado con la recuperación de una de las más significativas grandezas del catolicismo europeo para todos los ciudadanos. Pero estoy jorobado, molesto, cabreado y atónito por la ausencia oficial de España, que siempre fue el gran reino católico de Europa, guste o no a los sectarios o a los lerdos, en la ceremonia de su resurrección.

El pasado sábado pude ser testigo, gracias a la transmisión en directo por televisión, de los actos que el presidente Macron programó, junto con la Iglesia católica francesa, para celebrar la culminación de las obras y trabajos que han devuelto la catedral a todo el mundo. No sé cuántas solemnidades de esta índole han tenido lugar en el mundo en los últimos años, pero intuyo que no muchas y que ésta ha sido una de las más relevantes.

Inexplicablemente, España ha estado ausente del gran espectáculo cultural y religioso y, lo que es igualmente importante, del oportuno encuentro político protagonizado por Emmanuel Macron, Donald J.Trump y Volodímir Zelenski. Es uno más de los absurdos diplomáticos de nuestra política exterior. No sabemos lo que ha pasado porque la transparencia y la verdad dejaron de estar presentes en la vida española desde........

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