Cuando el otro día se atrevió el presidente de este nefasto Gobierno, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, el marido de la imputada Begoña con la que cenó en la India el día de la tragedia mayor sin escándalo de nadie, a decir que "el Estado somos todos" y que había que salir a los balcones a aplaudir a los voluntarios que han ido a ayudar a los pueblos destrozados por la DANA de Valencia, comprendí que estamos en manos de un desalmado total.
Contaba Trotsky el ejemplo de un niño soviético que cuando fue al Zoo de Moscú preguntó que de quién era el elefante. Le dijeron que "del Estado" y el chaval pensó que, por ello, sería también un poco suyo. Pero que al ver que los colmillos iban para los privilegiados, los jamones para algunos afortunados, y que "la mayoría tendría que contentarse con las tripas y las sobras", ese niño y los demás perjudicados se sentirían poco inclinados a confundir su propiedad con la del Estado.
Que nos diga el tipo que está ocupando el Estado, desde el Banco de España al Tribunal Constitucional, desde la Fiscalía General a los nadie sabe cuántos fondos europeos, desde la Administración General a nuestros confiscatorios impuestos, que "el Estado somos todos" es el máximo exponente de la caradura, que es uno de los rasgos psicóticos de un desalmado que, como saben, significa sin alma,........