El poderío de la gentuza

Hoy le llaman empoderamiento al hecho de adquirir o detentar un poder, más poder. Antes se llamaba apoderados a los que disponían de una facultad de hacer que era siempre algo cedido por el legítimo sujeto del poder. Pero son conceptos diferentes. El apoderado siempre responde ante y depende del titular. El empoderado se hace poderoso a costa de los titulares de derechos y deberes legales.

Véase nuestra democracia. La hidra monstruosa de partidos antidemocráticos y antiespañoles que nos gobiernan no son nuestros apoderados porque no nos consideran los auténticos soberanos de la democracia ni respetan nuestros deseos ni siquiera sus programas-contratos electorales. Se empoderan a nuestra costa y para consumar su crimen asesinan las palabras originales y su sentido y las reemplazan otras que garantizan su "empoderamiento".

El gran Alfonso Reyes lo vio muy claro en su Grandeza y miseria de las palabras: "El abuso de la palabra no sólo es efecto de un desgaste inconsciente, sino de una intención puesta al servicio de razones extrañas al asunto, sean pasión o dinero, o hasta fruto de la improvisación de un oficio para el cual no se requiere patente alguna y cuyos desmanes quedan en la impunidad más absoluta". Corría el año 1943. Ha llovido sobre su........

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