Es el lema que podría presidir la actividad gubernamental del sanchismo, al que se añadiría el de la duda permanente, sobre su proximidad/lejanía a la verdad. Contravenir la verdad se ha hecho tan habitual que, podría decirse, es hoy la regla general, no la excepción.
Tanto el sino del título, como la deriva de faltar a la verdad, son propios de seres que consideran las normas como anécdotas y los compromisos, como debilidades que embargan a quienes los formulan. Por ello, su infracción no debe considerarse un incumplimiento, sino la supresión de una obligación que nunca debió asumirse.
La pregunta, que normalmente queda sin respuesta, se concreta en cuál pueda ser la razón última de tanto incumplimiento. Porque, evidentemente, se trata de un desprecio, visible y hasta ostentoso,........