"Si mi pluma valiera tu pistola, contento moriría", espetó en poema célebre don Antonio Machado al general Lister, quien después también lo sería de la Unión Soviética, cuando la carnicería del 36. Y parafraseando a don Antonio, aunque con seguridad sin poseer ni la más remota conciencia de ello, la ministra Rodríguez, de Vivienda, le acaba de vociferar a la locuaz Belarra algo no tan épico ni tan lírico, lo de que sus tres pisos de propiedad valen menos que el chaletón del matrimonio Ceaucescu en Galapagar.........