La rutina estival playa-bar-cama es maravillosa, pero puede resultar extenuante si lo repites durante más de 40 días. Para romper esa monotonía se han inventado diferentes aficiones domésticas que, si bien no matarías por ninguna de ellas, pueden entretenerte un rato, otras sencillamente resultan exasperantes por muy buena fama que tengan, como los futbolistas del Barça. Propongo y comento a continuación algunas que no manchan demasiado (no como pintar la casa), que son reversibles (no como hacer explosivos domésticos), no demasiado caras (no como el lanzamiento de bogavante por el patio interior), y que no deberían acabar con tu matrimonio (no como el póker). Veamos:
Se trata de un arte consistente en doblar papeles para darle formas de diferentes objetos. Antes de que el snobismo fuera plaga bíblica le llamábamos papiroflexia. Es un poco complicado, así que te recomiendo que empieces por algo sencillo; por ejemplo, prueba hacer un folio. Para hacer una figura de papel con forma de folio, sígueme de cerca aquí, la doblez que tienes que hacer es ninguna. Si logras no doblarlo, habrás obtenido un folio. Ahora ya puedes pasar al siguiente nivel, que es hacer un objeto que represente la nada: tira el folio a la basura. Lo bueno del origami es que es muy intuitivo y, supongo, mogollón de sostenible.
Intenta representar Hamlet. Si Hamlet no te sale bien, imagina qué podría ocurrir si tratas de representar lo que tú mismo hayas escrito.
Sitúate en un extremo de la casa. Muerde una cuchara sopera con los........