Qué cantidad de chicas, todas guapas, y chicos, todos majos. Qué tarde tan buena se quedó el jueves en La Coruña para vestir a Leon Bloy de trapero y darle unas puñaladas al corazón de la rutina, destrozando lugares comunes, y azuzando el anhelo de libertad que todos llevamos dentro. A ver cómo te lo explico.
Allá por los 80, la voz americana de Carlos Segarra recitaba la oración en aquel disco de Los Rebeldes. Cervezas, chicas y rockabilly le recetaba el médico al líder del grupo en la canción, y hoy nuestras necesidades no son muy diferentes. Lo experimenté ayer una vez más. Me llamaron hace unas semanas para dar el 7N una charlita en La Coruña y mis uñas de esquivar marrones se afilaron al instante. Estaba ya buscando un funeral, una boda, una operación de próstata, no sé, una excusa rápida para rehuir la invitación, cuando de pronto el organizador me contó las peculiaridades de la cita: unas decenas de jóvenes sentados en el suelo alrededor del ponente, como colabora Estrella Damm, ninguno bebe leche durante la juerga, escuchan una charla sobre un tema sorpresa, tan solo 18 minutos, y filosofan sobre la vida,........