Mientras Óscar Puente se pavonea por la cansada piel de toro como el mayor gafe mecánico que haya conocido esta tierra nuestra, por donde todavía cruza errante la sombra de Caín; mientras avería toda catenaria, línea férrea o convoy que surque nuestros páramos; mientras gafa la red de forma asimétrica, que es como se hacen las cosas en España, concentrando su diabólico mal de ojo en Madrid y Andalucía y respetando, al menos por ahora, a la bendecida Cataluña. En Lanzarote cuaja nuestro futuro.
Se adivina uno para Cataluña y otro para el resto. En el país petit, la Fortuna abrirá residencia y pronto en los árboles crecerá el fuet y las fuentes........