El avispado marido de Begoña Gómez vio cómo Zapatero ganó las elecciones de 2008 a pesar de haber obligado a todo el país a hincar la rodilla ante la ETA y sin embargo perdió las de 2011 tras ponerse a congelar salarios y pensiones. Moraleja, pensó Sánchez: al electorado socialista no le importa que se humille a su nación y lo que le preocupa es que le mantengan o, si es posible, le mejoren los ingresos. De ahí la creación del Salario Mínimo Vital, las sucesivas alzas del Salario Mínimo Interprofesional, la futura reducción de la jornada laboral, los incrementos constantes de las pensiones, el aumento de los asalariados públicos y las subidas de sus sueldos y la dedicación permanente a lo que grosso........© Libertad Digital