La clave está en Zapatero

Los socialistas ponen el grito en el cielo cuando son acusados de proteger al régimen chavista. Alegan el sinfín de exigencias que de boquilla le han hecho a Maduro. Incluso Borrell se mesa los cabellos y se rasga las vestiduras al ver al conductor de autobuses atribuirse la victoria en unas elecciones que perdió palmariamente. La última prueba de la inquebrantable oposición a la dictadura bolivariana se supone que es el asilo dado a Edmundo González Urrutia. Ahora, cuando el PP demanda al Gobierno que reconozca como presidente electo a quien ganó inequívocamente las elecciones, Albares recula y justifica su inaceptable actitud con un argumento aparentemente poderoso, el de que Sánchez ya reconoció como presidente legítimo a Juan Guaidó y la jugada resultó un fracaso.

Lo que no dice Albares es que el Gobierno español reconoció a Guaidó a regañadientes, que........

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