Es costumbre en la derecha de Occidente menospreciar a la izquierda. Creen que sus adversarios son tontos cuando las más de las veces los tontos son ellos. Miren si no como en Estados Unidos los demócratas engañaron al electorado republicano con el aparentemente estúpido empeño de presentar a un perdedor. Como para ganar a un candidato tan malo bastaba Trump, que era a quien preferían los republicanos, se deshicieron de la mucho más competente Nikki Haley. Una vez que Trump tuvo garantizada la nominación y hubo elegido como futuro vicepresidente a un joven mendrugo de su cuerda, los demócratas apartaron al candidato gagá y pusieron a una fortísima aspirante que, si la extrema izquierda del partido no lo impide, ganará al viejo rijoso de calle. Y entonces, cuando sea ya demasiado tarde, los republicanos lamentarán no haber........