Había pocas esperanzas de que Trump no arrasara en las primarias republicanas, pero con la retirada del gobernador de Florida, Ron DeSantis, en las vísperas de New Hampshire se disiparon todas. Al día siguiente, en un enfrentamiento a dos en un estado teóricamente hostil para él porque permite votar a los independientes, Trump ganó por más de diez puntos. Lo único que nos queda es esperar a ver cuándo se retira Nikki Haley, que había fiado toda su campaña a un buen resultado en New Hampshire. Su campaña asegura que al menos seguirán hasta el super martes, a comienzos de marzo, pero diez días antes se votará en Carolina del Sur, donde Haley fue gobernadora. Si no gana allí, o al menos pierde por muy poco, sería ridículo seguir. Y todos sabemos lo bien que Trump explota el ridículo.
En todo caso da igual. No por esperadas dejan de ser muy malas noticias para el Partido Republicano. En primer lugar porque Donald Trump es, a estas alturas, el........© Libertad Digital