Suecia, el canario en la mina

Estamos viviendo una extraña situación en que, de repente, promover restricciones a la inmigración vuelve a estar dentro del discurso aceptable, es decir, dentro del discurso que acepta la izquierda. Hablar sobre este asunto sigue siendo inaceptable y facha si eres de derechas, como todo, pero ya empieza a verse que, si eres de izquierdas, es decir, de los buenos, ya no te van a expulsar al frío nuclear si expresas dudas sobre la bondad de incrementar masivamente la población inmigrante. En breve, quién sabe si hasta podrán cuestionar la importación de importantes contingentes de personas provenientes de culturas con evidentes externalidades negativas.

No sólo empieza a normalizarse que países de la UE como Alemania anuncien que van a poner controles en las fronteras de nuevo, aunque sea temporalmente porque es lo único que permite la Unión, sino que........

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