Dos historias de Harvard

Ella era hija de dos inmigrantes que se conocieron estudiando en Estados Unidos –ella Enfermería y él Ingeniería, como queriendo confirmar los estudios sobre preferencias profesionales de hombres y mujeres– y que más tarde, gracias al dinero de sus ricas familias, se pudieron permitir enviarla primero al internado de Exeter, considerado como lo más parecido a Eton que existe en Estados Unidos, y luego a las universidades de Princeton, Stanford y Harvard. Tras graduarse hizo carrera como profesora en estas dos últimas universidades.

Él creció en Texas. Abandonado por su madre al poco de nacer, vivió con un padre alcohólico que lo maltrataba hasta que cuando tenía quince años lo encarcelaron acusado de violación; pasaba los veranos con su abuela en Florida. Allí frecuentaba la casa de su tía y sus primos, todos los cuales fueron arrestados y encarcelados como cocineros y traficantes de crack. Él mismo ejerció de camello. Sus amigos de entonces lo llamaron una noche para que los acompañara a un robo, pero prefirió no acompañarlos; el golpe salió mal y acabaron todos en la cárcel. Lo normal hubiera sido que hubiera terminado él también en prisión o directamente muerto. Pero destacaba en los deportes, lo que le ganó una beca para la universidad de Texas. Una vez allí empezó a estudiar por primera vez en su vida y descubrió que se le daba bien. Hizo economía en Penn State y destacó tanto que cuando terminó Lawrence Summers poco menos que le rogó que trabajara en Harvard.

La carrera académica de ella........

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