
Una salida impracticable
Es particularmente cierto de la política que parte de su naturaleza es conseguir que otros hagan algo que no quieren hacer. Pero no se trata de doblegar la voluntad ajena por la fuerza, sino por la trampa. Donde trampa no significa necesariamente engaño. Más bien, arte. El que se precisa para conformar situaciones en las que esos a los que se quiere empujar a cierta decisión o posición no tengan más remedio que plegarse, contrariando su voluntad inicial. Esta perspectiva conviene aplicarla a la propuesta que ha hecho Ciudadanos para evitar la repetición electoral, mediante una abstención condicionada y conjunta de Cs y PP en la eventual segunda investidura de Pedro Sánchez.
La primera dificultad de la propuesta es que supone empujar a decisiones no deseadas a dos........© Libertad Digital
