Los socialistas de Sánchez acogieron hace tiempo a los herederos políticos de ETA en la casa común y los acogieron como a demócratas con pedigrí. Dieron así justificación política y moral a cualquier pacto con Bildu y elevaron a la posición de socio y colega a quienes siguen haciendo homenajes a asesinos condenados. Cada tanto, como premio extra por esta bonita amistad, les dejan el estrado para que vendan el último producto del chantaje mutuo y tengan su cuota de protagonismo. Esta es la pauta acostumbrada. Se ha repetido. Pero la costumbre de ver el espectáculo no ha servido ni de preparativo ni de anestésico para la última vuelta de tuerca. Se ha dejado que Bildu dicte y exponga los términos de la derogación de la Ley de........