Como bien recuerda en su aguda columna en estas mismas páginas Cristina Losada, insultos entre gobiernos ha habido siempre o casi siempre, y las reacciones han sido las mismas: movimientos diplomáticos burocratizados y esperables como llamar a consulta a un embajador o reunirse con el representante de la otra parte en nuestro país. Sin ruedas de prensa, sin mayores escándalos, sin aspavientos, dentro la normalidad que las relaciones internacionales han diseñado incluso para lo menos habitual.
Por el contrario, después de las palabras de Milei sobre la mujer de Pedro Sánchez –o que el presidente y todos los........