Que la izquierda no siente ninguna necesidad de sus afirmaciones y posicionamientos políticos estén relacionados con la realidad es un hecho indiscutible: nada de lo que dicen es cierto ni guarda alguna similitud con lo que realmente ocurre y, si por un casual sueltan alguna verdad, en sólo unas horas se desmienten a sí mismos.
Aun así, su poder mediático es tan abrumador que a base de insistir mucho y repetir sus trolas día tras día y cada hora de las veinticuatro acaban instalándolas en la conciencia colectiva o, si prefieren un término más mundano: en la agenda pública, convertidas en verdades que ya no es que sean innegables, sino sobre las que no se puede expresar ni la más mínima duda.
Si hay un tema en el que esa manipulación masiva está siendo brutal en los últimos meses es la guerra entre Israel y Hamás,........