Madrid, Carrera de San Jerónimo, Congreso de los Diputados. El imponente edificio, cargado de historia, impone una sensación de fortaleza. En las escalinatas del acceso principal, dos leones de bronce, forjados con los cañones capturados en la guerra de África, dan la bienvenida a los visitantes. Con una pata sobre una esfera, simbolizando el orbe, los leones miran a derecha e izquierda, como centinelas.
—Nos protegen —dijo mi hijo pequeño durante una visita hace unos años.
Orgullo. Honor.
El complejo incluye un edificio adjunto que alberga despachos de los diputados, salas de reuniones y espacios para conferencias. Las conferencias, variadas, no siempre demuestran respeto hacia los españoles. Visitar el complejo genera una sensación de poderío nacional. El hemiciclo, más pequeño de lo que parece en televisión, sorprende por la cercanía entre los escaños y la lejanía de algunos diputados respecto a los........