Dos graves problemas tiene la política española. Es casi imposible hallar disidentes en las filas socialistas y es tarea abocada al fracaso encontrar en el ámbito socialista un discrepante de la posición del gobierno de Sánchez. O sea la situación de excepcionalidad política, aunque sería mejor decir "antipolítica", es dominante en todas las instituciones. Allí donde se suprime por completo la diferencia y diversidad de pareces no existe la política. El PSOE ha matado la política. Ha sido sustituida por los criterios propios de organizaciones no regladas por criterios de legalidad. El PSOE no es tanto un partido político como una organización de intereses no sometida al poder judicial ni al control parlamentario. El sanchismo, a finales de 2024, no pretende otra cosa que reducir el espacio público-político a un escenario de bandas y bandos, una inmensa cloaca gubernamental, sin otras pautas de comportamiento que la arbitrariedad y el matonismo. He ahí el camino más corto y rápido para llegar a una situación de........