Morant pierde el partido

Diana Morant en su visita una de las fallas de este año. / M.Bruque

La ministra secretaria general del PSPV, Diana Morant, generó esta semana una gran expectación al convocar a la dirección de su partido, el grupo parlamentario y los cargos públicos más relevantes para, utilizando sus propias palabras, “mover ficha” ante la catastrófica situación en la que se encuentran las instituciones de autogobierno desde el 29O. El parto de los montes, sin embargo, acabó dando a luz un ratón. En su posterior comparecencia, Morant dedicó más tiempo a justificar lo que no iban a hacer los socialistas (reprobar al jefe del Consell en las Corts) que a explicar lo que pretenden, si es que lo saben. Cuando van camino de cumplirse cinco meses desde la DANA, el PSPV pide que se anticipen las elecciones. O sea, que el partido que debería liderar la respuesta a la mayor crisis que ha vivido esta Comunitat desde la aprobación del Estatut, se sale por la tangente, renuncia a la acción política, desconcierta a los suyos fomentando la desconfianza en el liderazgo de quien lo dirige, se enfrenta con sus únicos socios posibles y deja la iniciativa en manos ajenas, a derecha e izquierda. Lo que viene a ser un pan como unas tortas, vamos.

Pedir elecciones puede ser una declaración o un desiderátum, pero no es una acción política. Porque usted o yo podemos pedirlas, de hecho yo mismo las he reclamado si el PP no es capaz de desbloquear cuanto antes la jefatura del Consell. Lo que ni usted ni yo podemos hacer es actuar en las instituciones o liderar el debate social necesario para construir una alternativa. Para eso están los partidos. Pedir elecciones es socorrido para el que no sabe qué otra cosa hacer. Pero resulta un ejercicio estéril. Y si no, que se lo digan a Feijóo, que se las pide todos los días a Sánchez.

En los días previos a esa sorprendente toma de postura........

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