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El acoso de Naipaul

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15.12.2025

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A V.S. Naipaul lo quiere poca gente. Arisco e indócil, es lo más alejado de un escritor agradable. Son tantas las anécdotas sobre su mal carácter que Paul Theroux, quien fuera su discípulo, ofendido ante el continuo y solapado desprecio que su maestro le manifestaba, decidió mostrar por fin las bajezas interiores de Sir Vidia. Lo que logró al final fue divertir al lector con las maldades del novelista, presentar sin querer siluetas muy cálidas de Naipaul y quedar como un escritor con más envidia que agudeza y más pretensiones que ingenio. Quizás eso le reprochaba Naipaul. Alguien ha escrito últimamente que es un escritor sin raíces. Es una expresión torpe. Como Borges, de quien por supuesto ha hablado mal, Naipaul también tiene muchas patrias. No sólo el Reino Unido, donde ha vivido casi toda su vida, ni la India, de donde proviene su familia, ni Trinidad, donde nació y creció (la mitad de sus libros están referidos a esa isla, aunque no la mencionara al recibir la noticia del Nobel). Su patria está en esos espacios, de dificultad o cercanía, en los que se sienta a conversar. Naipaul posee el difícil privilegio de haber crecido en roce con culturas diferentes.
     Digo roce y no contacto, porque esta palabra carece de las connotaciones de necesidad e incomodidad que son inevitables en el roce. Naipaul no es un colonizador sino un trasterrado, como casi todos los caribeños. Su primer libro de cuentos, Calle Miguel, relata historias vecinales de Port of Spain, una ciudad cruzada de negros,........

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