Dos poemas

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Recuérdame

     Olvidemos ahora el alma
     por lo que tiene de inaferrable.
     También el corazón
     por si no existe.
     Déjame recoger en una canasta
     tus pechos ligeramente caídos
     como frutos. Y los pocitos de miel
     que oigo gemir.
     Y la lengua que en mi lengua
     borra las palabras de amor
     que me pedías
     a la entrada del huerto.
     Desnuda veo sólo
     lo que eres. Estatua
     en el centro
     del día,........

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