Lo dicho queda, cala, corroe la leve pulpa que otro construye a solas, como a follaje que el otoño ataca.
Porque el otoño seca las hojas de manera bellísima: deja en el aire las puras nervaduras, esas casi invisibles en las que reparábamos apenas, y evapora esa verde sustancia de lo que fue verano.
Caen así de pronto los verdores. Hay que arrastrar cadáveres amados, consentir ay el lujo de infinitas dilaciones e indecisos traslímites y el filo que mutila hojas, esperas. –
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Cirugía de invierno
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Lo dicho queda, cala, corroe la leve pulpa que otro construye a solas, como a follaje que el otoño ataca.
Porque el otoño seca las hojas de manera bellísima: deja en el aire las puras nervaduras, esas casi invisibles en las que reparábamos apenas, y evapora........