A) Por culpa de las mujeres
Hace unos días el ayatolá Kazem Sediqui, alto jerarca iraní, enunció en la Universidad de Teherán el siguiente silogismo: “1) Las mujeres se visten de manera impúdica. 2) Esa impudicia promueve el adulterio. 3) El adulterio provoca terremotos”. Y eso que en el mundo fudamentalista se entiende por “vestido impúdico” es que a una señora se le vea el tobillo.
En todo caso, el razonamiento del ayatolá es una prueba más de que las mujeres, en lo general y en lo particular, se encuentran atareadas en un complot que tiene como objetivo la destrucción del universo, y que la mejor manera de lograr esos fines macabros es acarreando a los hombres hacia sus satánicos lechos, a sabiendas de que cada orgasmo es un milésimo de punto en la escala de Richter. Por otro lado, detrás de esta que parece una moralina precautoria dirigida a las mujeres malas, se filtra una obvia balandronada: que la virilidad del caballero iraní es tan........