Hoy 1 de septiembre de 2024, el Congreso mexicano, espuriamente integrado por una mayoría calificada que no otorgó el voto ciudadano, rendirá protesta de cumplir la Constitución que esa misma “mayoría” procederá a demoler en su columna vertebral: el Estado de derecho. No habrá actividad en que la sociedad no se vea afectada por la mal llamada “Reforma” judicial, atroz mecanismo de destrucción que acabará con la carrera judicial, sorteará a los jueces, desquiciará los juicios de toda índole, arriesgará la continuidad del T-MEC, nos depreciará en los mercados, desalentará las inversiones y consagrará la única ley que respeta el gobierno actual y sus aliados abiertos o inconfesables: la ley de la selva en la que el dictador (ya podemos llamarlo así) llevará la tajada del león.
La regresión es gigantesca. ¿A qué época? ¿A la Colonia? No, porque existían sólidas leyes e instituciones jurídicas (el Amparo Colonial, los Juzgados de Indios, el Juicio de Residencia) que protegían a la sociedad frente al poder. ¿A la era anterior a la promulgación de la República en 1824? No, porque Iturbide buscó gobernar como un monarca constitucional. ¿A dónde, entonces, nos ha retrotraído........