“Estos tres poderes, Legislativo,
Ejecutivo y Judicial, no deben
ejercerse ni por una sola persona,
ni por una sola corporación”.
Constitución de Apatzingán, 1814.
La República, desde su origen romano, es la organización política que racionaliza, divide y pone límites al poder, impidiendo su concentración. En México, ese orden está plasmado en las constituciones que nos han definido como una República, Representativa, Democrática y Federal, donde las instituciones se obligan a respetar y garantizar las libertades individuales y los derechos humanos. Ese orden de doscientos años ha sido destruido.
No es “el pueblo” quien decidió acabar con la República. Ese nunca ha sido el sentido de la democracia. Quien a nombre del pueblo se ha arrogado el derecho a cometer esa infamia ha sido la abusiva e ilegítima mayoría legislativa. Lo ha hecho obedeciendo el designio del Ejecutivo anterior (avalado por el actual) en connivencia con autoridades del INE, el Trife y cuatro ministros de la Suprema Corte de Justicia.
Es hora de recordar la historia de nuestra República. A decir verdad, solo en tres breves períodos la honramos en fondo y forma. Uno en la segunda mitad del........