Posdata a Huntington

Uno de los aspectos que más preocupa a Samuel Huntington en el libro de inminente aparición Who are We? The Cultural Core of American Identity es la supuesta falta de identificación del mexicano con la ética de trabajo (enraizada en el individualismo protestante), que para él es el núcleo mismo de la identidad estadounidense. Huntington basa sus temores en meras opiniones: una lectura tendenciosa de un párrafo de Carlos Fuentes sobre la dicotomía protestante y católica (que a su juicio “destaca por su perspicacia reflexiva” y su “elocuencia tocquevilliana”); los textos del filósofo mexicano Armando Cíntora (que cree ver en el meollo de la identidad mexicana expresiones como “mañana se lo tengo”, “ahi se va” o “el valemadrismo”); o las ocurrencias de Lionel Sosa, un exitoso empresario para quien “la falta de iniciativa, independencia y ambición” son consustanciales a los mexicanos (de quienes desciende). Podía haber apilado muchas más opiniones semejantes, pero la realidad es otra. Por una parte, en México —seguramente para su sorpresa— el protestantismo ha ganado adeptos. En Chiapas, estado con alta población indígena, el 70% de la población es protestante. Hoy México es católico en un 90%, pero si la tendencia continúa, en menos de treinta años la población católica disminuirá al 75%. Por otra parte, si bien los mexicanos migrantes no son cuáqueros, trabajan como si lo fueran.
Según testimonio de Pete Hamill —neoyorquino prototípico, aunque supongo que sospechoso por su ascendencia........

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