Ante la batalla cívica del pueblo venezolano que después de 25 años de dictadura lucha con la vida por la libertad, avergüenza el desánimo de la oposición en México. La hazaña que encabeza María Corina Machado debería bastar para sacar a la “Marea rosa” a las calles en defensa de las instituciones de la república que en estos días se nos van de las manos y que costará una generación recobrar.
Pero, aun si ese ejemplo evidente y ese inminente peligro no mueven a los opositores desencantados, una sola cifra debería bastar para animarlos, no a la “brega de eternidades” que predicaba Manuel Gómez Morin, sino a la brega de hoy y de mañana: el 40% de los ciudadanos mexicanos que votaron lo hicieron por la oposición.
La ciudadanía, cuyo voto se dispersó en la oposición pero creyó en el liderazgo (ganado a pulso) de Xóchitl Gálvez, es la primera que debe despertar del letargo. Necesita estructurarse, definir su misión y estrategia, formular su oferta integral para el siglo XXI. Recorriendo los caminos del país, Xóchitl deberá inspirar, convocar y descubrir nuevos liderazgos. Logró convocar la esperanza frente a una alevosa elección de........