Lo privado como mercancía

La masiva red de espionaje expuesta por Edward Snowden reveló lo vulnerable que puede ser la privacidad de los usuarios de los servicios de internet y de telefonía en todo el mundo. Después de hacer pública la forma en que el gobierno de Estados Unidos ha estado vigilando a millones de personas alrededor del planeta, quedó claro que el espionaje gubernamental es una práctica generalizada en muchas naciones. México no es la excepción. Apenas hace un par de meses se dio a conocer que nuestro país es el principal cliente de Hacking Team, una empresa dedicada a vender a los gobiernos herramientas para espiar a sus ciudadanos. Entre las instancias mexicanas que adquirieron sus servicios sobresalen dependencias federales, como el CISEN y la Policía Federal, y los estados de Campeche, Puebla y Yucatán.

Es natural que, ante estos escándalos, el debate se enfoque en cómo impedir que los gobiernos tengan libre acceso a los servidores de las empresas de telecomunicaciones. Por desgracia, en un segundo plano suele quedar una circunstancia no menos preocupante: en su mayor parte, los datos privados son obtenidos, almacenados y utilizados discrecionalmente por compañías particulares.

Que las empresas guarden y utilicen los datos de sus clientes para fines comerciales no es una novedad. Sí resulta inédita la cantidad de información que es posible recopilar en un mundo cada vez más datificado, lo que esta información puede revelar de la vida de las personas y la forma en que es utilizada por........

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