Lágrimas de agosto

Mis padres me dejaban en la casa de mis abuelos mientras ellos iban a cenar y después al baile del Casino. Dormía, me acostaba en el piso alto, desde donde se veían los tejados de la parte baja del pueblo.

Y asomado a la ventana me creía el joven Peter Pan a punto de sobrevolar los tejados de Londres, pero lo que contemplaba ensimismado era el cielo de agosto cuajado de estrellas.

Y con una secuencia regular miraba cómo se desprendían del decorado celeste algunas estrellas juguetonas que partían la melodía sinfónica del cielo en dos mitades. Corrían raudas, desenfrenadas, antes de........

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