Yolanda Díaz lleva meses buscando su sitio en el panorama político. Su caudal político no para de menguar ante el giro ultraizquierdista de Pedro Sánchez, que le ha arrebatado a sus aliados casi todas las banderas más radicales. El desplome de Sumar, el artefacto político que pretendía aglutinar a la izquierda a la izquierda del PSOE, no para de estrecharse. Por los tiros propios en los pies —véase la polémica con Podemos, con los que comparte espacio y propuestas, y apenas se distinguen por los decibelios de sus protestas— y por el permanente remedo de La vida de Brian y aquella desternillante escena en la que se sucedían las escisiones de los........