El pescado es uno de los alimentos que despierta mayores pasiones: a unos les encanta y otros lo aborrecen. Por supuesto, los dietistas insisten en que no se puede comer una sola cosa y que la dieta ha de ser variada y equilibrada, pero a mucha gente le cuesta incluirlo en el menú diario.

El pescado puede ser magro (bacalao), semigraso (fletán) y graso (caballa, arenque, salmón) y, según la especie, contiene en mayor o menor proporción proteínas, minerales (calcio, fósforo, magnesio, hierro, yodo), ácidos grasos omega-3, vitaminas (A, D y las del grupo B). Esta composición nutricional lo hace indispensable para una dieta sana. Posee una alta proporción de masa muscular y poca cantidad de fibras duras, lo que lo hacen muy tierno.

Si se compra fresco y entero hay que fijarse en que las agallas sean rojas y estén húmedas; los ojos, brillantes, intactos y abultados; la piel, nacarada, reluciente, tensa y pegada a la carne; las escamas, brillantes e intactas; la carne, consistente y elástica, sin manchas, sin huellas y pegada a la espina, y el olor de la tripa no puede ser desagradable ni tener color apagado o estar oscurecida.

Puede consumirse o conservarse en la nevera seco, envuelto en papel de parafina y dentro de un recipiente hermético hasta tres días. Otra opción es comprarlo fresco y limpio, envolverlo adecuadamente y congelarlo rápidamente. Si opta por comprarlo congelado, elíjalo bien. No puede haberse roto la cadena de frío y su color no puede ser amarillento. Como ya está limpio y cortado solo necesita cocinarlo, ya sea congelado o descongelado total o parcialmente. Si desea descongelarlo totalmente para hacerlo a la plancha, a la parrilla o asado, póngalo en la nevera el día anterior y deje que se descongele lentamente.

Para su preparación puede elegir hacerlo cocido, a la plancha, rebozado, en salsa, marinado, ahumado, etcétera; o comerlo crudo, pero especialmente en este caso debe tener unas condiciones higiénicas óptimas.

El pescado, siempre con agallas rojas

El pescado, siempre con agallas rojas

El pescado es uno de los alimentos que despierta mayores pasiones: a unos les encanta y otros lo aborrecen. Por supuesto, los dietistas insisten en que no se puede comer una sola cosa y que la dieta ha de ser variada y equilibrada, pero a mucha gente le cuesta incluirlo en el menú diario.

El pescado puede ser magro (bacalao), semigraso (fletán) y graso (caballa, arenque, salmón) y, según la especie, contiene en mayor o menor proporción proteínas, minerales (calcio, fósforo,........

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