En una de esas eternas sobremesas galaicas, animadas por el café de pota y el clásico surtido de espirituosos, un comensal recuerda la mejor leyenda urbana (en este caso costera) de la historia: la increíble regueifa entre un farero fisterrán y una flota de Estados Unidos, cuyo almirante cree que un dorneiro les quiere obligar a cambiar de rumbo, para descubrir que van en rumbo de colisión total con el fin del mundo.

El cuento varía según la retranca y la imaginación del relator, pero siempre acaba sin colisión y con el mando de la Navy dándose un palmo de narices, para deleite de los sentados a la mesa. La historia es divertida. No descarten que cualquier día se haga viral en TikTok. Hay versiones del supuesto audio original en YouTube con muchas escuchas. Y noticias en internet que aclaran que es falsa.

Por debajo de ese material fantástico, lo que subyace sí que es real. Todos lo días asistimos a nuevos ejemplos de abusos de poder, a manifestaciones más o menos actualizadas de los clásicos «usted no sabe con quién está hablando» o «señoría, yo soy la víctima», como los irredentos Luis Rubiales y Javier Ortega Smith, el del «rebledo». El de Vox atacó a un diputado rival como la flota del cuento, «escoltado por dos acorazados, seis destructores, cinco fragatas y cuatro submarinos». Y se topó con un enorme continente, el rechazo de los demócratas.

En rumbo de colisión total

En rumbo de colisión total

En una de esas eternas sobremesas galaicas, animadas por el café de pota y el clásico surtido de espirituosos, un comensal recuerda la mejor leyenda urbana (en este caso costera) de la historia: la increíble regueifa entre un farero fisterrán y una flota de Estados Unidos, cuyo almirante cree que un dorneiro les quiere obligar a cambiar de rumbo, para........

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