La tecnología nos ha llevado a multiplicar en pocos segundos nuestras hormonas de la felicidad, volviéndonos adictos al placer rápido que nos aparta de cualquier tipo de resiliencia ante las dificultades. Pero poco se habla del falso alivio: la búsqueda de consuelo en las redes sociales, ya sea por los comentarios de los propios seguidores anónimos o de pequeños vídeos virales de psicólogos que proporcionan algunos tips para combatir la frustración, la tristeza, la ansiedad…
La velocidad para superar, generar o vivir cualquier acontecimiento de........