Bienvenidos, cuidado con las tarántulas y los escorpiones negros” nos avisó la general manager del hotel con una amplia sonrisa, proporcional al engrandecimiento repentino de las órbitas de nuestros ojos. No iba de farol. Ni nos avisaba por nuestra seguridad, sino para evitar que algún ejemplar de estos intrépidos arácnidos muriera aplastado, víctima de nuestra torpeza al andar por la selva tropical. Y es en situaciones como esta cuando gritas mentalmente la típica frase: “Pero dónde me he metido”. Ir de vacaciones no suele ser fácil. Madrugones, trasnoches, precios para turistas, retrasos aéreos, trastornos gastrointestinales… y en el mejor de los casos logras........