Europa: un reglamento fallido sobre IA

Europa ha renunciado a diseñar una inteligencia artificial (IA) humanista. Esta es la principal conclusión que se extrae de la redacción del Reglamento sobre IA que, pendiente de aprobación definitiva en el Parlamento Europeo, formalizará el acuerdo alcanzado entre los representantes de este, de la Comisión y del Consejo europeos. Un desenlace que no niega el avance que supone respecto de un ámbito sobre el que no existía legislación. Se introduce un precedente regulatorio único a nivel global. Incluso, abre la posibilidad de que se replique fuera, como sucedió con los estándares europeos sobre privacidad y protección de datos. Sin duda, esta es una excelente noticia. Algo que merece elogiarse a la vista del contexto geopolítico de rivalidad visceral que libran Estados Unidos y China por la hegemonía mundial. Una circunstancia que eleva todos los días la temperatura geopolítica del planeta y que tiene en la IA una herramienta fundamental para dar a uno u otro el liderazgo buscado.

Aplaudir esta novedad regulatoria, no excluye la decepción por haber perdido una oportunidad para contribuir a una IA objetivamente ética. Esto es, una IA que introduzca en su ADN sintético un propósito ético de servicio, que subordine sus desarrollos a un sentido que contribuya al bienestar moral de la humanidad, sin exclusiones. Una IA que no sea lo que es hoy en manos exclusivas de tecnólogos: una voluntad de poder con capacidades de acción, aunque no sepamos para qué en........

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