El nombre de la carpeta donde acumulaba vídeos de un centenar de agresiones sexuales a su esposa era inequívoco: “Abusos”. En los foros de internet donde la ofrecía a hombres defendía el sexo no consentido, “tipo violación”. Lo hacía en webs donde se fantasea con depravaciones, se comparte material y, a veces, se pasa a la acción. Era el facilitador y el documentalista de los crímenes. Un doble clic, y ante los investigadores se desplegaron 128 subcarpetas en la pantalla. En las grabaciones ella aparecía inconsciente, víctima de la sumisión química. Hay algo siniestro en esa maldad........