El espacio político como un ‘no lugar’

En la valoración final de una legislatura, cada gobierno acumula luces y sombras, aciertos y errores, aunque en la mente de quienes formaron tal o cual ejecutivo parece persistir el pensamiento mágico de no haber causado daños significativos. Y si los hubo, fue a su pesar, un mal necesario. Se trata de mera supervivencia para llegar a la siguiente campaña electoral con la sonrisa renovada. A su favor juega que, en ocasiones, el impacto de una ley o una decisión política no puede medirse hasta mucho después, cuando sus artífices ya no ocupan el cargo. Por ejemplo, la guerra de Irak, una invasión que constituyó un grave socavamiento del derecho internacional y de la legitimidad de la frágil ONU, todavía se saca a colación respecto a otros conflictos por parte de los agresores con la acusación de doble rasero.

Sea como sea, al realizar el balance final, los escenarios de crisis son los que pesan sobre todo lo demás. Incluso cuando se tomó el camino equivocado, lo que acaba por inclinar la balanza hacia uno u otro lado es la reacción ante el error, la asunción de responsabilidades y la evaluación del modus operandi, en especial cuando están movidas por........

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