Usted lo que tiene que hacer es beber agua de mar. Un buen vaso todas las mañanas. Y se le pasan todos los males. Ni un constipado. Huesos fuertes. Sanos. De acero. No, no digo aspirarla por la nariz, que también, que limpia. Lo que digo es que se la beba. A palo seco. Nos lo esconden, pero lo cura todo. Fíjese en mi. No he enfermado en mi vida. Ni en lo peor de la pandemia.
Transcribo hasta aquí el monólogo revelador al que me sometió un taxista madrileño hace ya un par de años. Me vio coja al subirme al coche (el sesamoideo, un........