Ante las movilizaciones contra el modelo turístico, se habla a menudo de turismofobia. La fobia es una aversión exagerada a alguien o algo. Pero la mayoría de las personas que cuestionan o critican la situación en la que estamos sienten preocupación, angustia, impotencia, sobre todo pena. Ni odio ni repugnancia.
En la manifestación del sábado en Barcelona, muchos tenían cuidado con las consignas. No es lo mismo gritar: “Fora ‘turisme’ dels nostres barris” (es........