En tres semanas, el miércoles día 6 de noviembre, tendríamos que saber quién será el presidente o presidenta de Estados Unidos. La complejidad del sistema electoral permite la impugnación del escrutinio si los resultados son muy ajustados. En el año 2000, tuvo que decidir el Tribunal Supremo después de una diferencia de 327 votos en el estado de Florida. Después de varias semanas de litigios y de recuentos manuales entre las candidaturas de George W. Bush y Al Gore en Florida, el Alto Tribunal dio la victoria a los republicanos.
Veinte años después se plantearía una disputa entre Donald Trump y Joe Biden. El republicano impugnó los resultados en varios estados y acudió sin éxito al Tribunal Supremo. Aquella disconformidad electoral llevaría a Trump a impulsar un asalto violento al Congreso de Washington el 6 de enero del 2021, con el resultado de seis muertos y varios heridos. El prestigio de la democracia americana quedaría lastimado, pero el sistema saldría ileso del amago de golpe perpetrado en el mismo Capitolio.
Es inútil hacer un........