La idea de que el peligro de la política está en los extremos puede verse alterada por los garrotazos y trifulcas que protagonizan los partidos de la centralidad. Socialistas y populares están enzarzados en una guerra de relatos que les aleja del común de las gentes. La crispación política existe más en las cumbres de los partidos que en el conjunto de la sociedad. Los insultos y los ataques irracionales pueden fomentar el espectáculo, pero generan una desconfianza irreparable.
Las elecciones suelen ganarlas las formaciones que recogen los votos del centro, sin........