¿Te acuerdas de mí?
Estábamos en una librería de Barcelona. Yo acababa de presentar mi último libro, y algunas personas esperaban a que se lo dedicara. Había firmado ya tres o cuatro, cuando le llegó el turno a un señor de mi edad, de aspecto educado y agradable, que me hizo la pregunta mientras, sonriendo, me tendía su ejemplar.
–Pueees… –Con el libro en una mano y el bolígrafo en la otra, yo escrutaba a ese desconocido. Me dijo su nombre. No, no caía. Entonces (su sonrisa adquirió un matiz cómplice), me recordó su apodo: “R.”... y yo me quedé boquiabierta. Recordaba per-fec-ta-men-te la última vez que le había visto.
Fue en 1982. Yo tenía veintipocos años, vivía sola y estaba deprimida. Me alegró encontrarme por la calle, una tarde, a R. Había sido novio de una amiga mía; ella y yo habíamos estado muchas veces en su casa.
Nos pusimos a charlar, le invité a mi casa, improvisé algo de cena… y a las once le pedí que se fuera. “Ay, qué pereza, tan tarde”…, dijo. “Déjame dormir en el sofá”… Insistí,........