Un fantasma recorre la vieja Europa, a las puertas de unas elecciones a su Parlamento que todos aseguran que pueden marcar el cambio más contundente desde que se fundó la Comunidad Económica Europea. Ese primer embrión de la Unión era de marcado signo económico, para resistir el abrazo del amigo americano cuando aún existía el telón de acero y el comunismo institucional. También rezumaba una marcada reticencia en materia militar y el convencimiento de que a los del sur nos faltaba un hervor democrático y nos sobraba ir demasiado descansados.
Protesta........