Viajar por ocio no es una obligación. No hace tantos años irse lejos era una extravagancia recibida con expresiones tan nuestras como el “ya te lo regalo”. Nuestros padres pasaban el viaje de bodas, según presupuesto, en Caldetes, Mallorca o, los más afortunados, París. Los viajes de verano se limitaban al país: la costa, Brava o Dorada, o el interior, a menudo en los pueblos de los abuelos en Catalunya o Andalucía, Extremadura o Galicia.
A muchos lectores les puede parecer raro, pero salir de excursión de fin de semana para conocer........