Petrita y Rodolfo hace doce años que son novios. No se pueden casar porque no ganan lo suficiente para comprarse un pisito como los nuevos que se están construyendo en las afueras, en unos descampados sin vida que contemplan con envidia los fines de semana. Es el año 1959 y este es el arranque de El pisito, una de las películas más tristes, crudas y ásperas de la posguerra española.
El retrato de la España de la época es demoledor. Trabajos de subsistencia, abuso de autoridad y necesidad de “conocer a alguien” que te abra puertas.........