Hace menos de diez años que el PSC se hundió en las elecciones catalanas. En los comicios del 2015 obtuvo 16 diputados y en los del 2017 logró 17. Ahora, con una parte del independentismo desmovilizado y desorientado y Pedro Sánchez en la Moncloa, ha ganado claramente las elecciones, con 42 escaños, pero este resultado no permite a Salvador Illa dar por seguro que será el próximo presidente de la Generalitat.
Por su parte, Esquerra ha recorrido el camino inverso. Tras obtener 33 diputados el 2021, que permitieron a Pere Aragonès tener la presidencia de la Generalitat tres años, con los malos resultados obtenidos ahora, con 20 escaños, ha vuelto al resultado que tuvo en el 2012. Y, como ya ocurrió entonces, esto le da la oportunidad de convertirse en árbitro de la política catalana y, dada la precaria mayoría del PSOE en el Congreso, también de la política española.
En el caso de Junts, bajo el liderazgo de Carles Puigdemont, ahora ha logrado 35 escaños, un resultado similar al del 2021, cuando obtuvo 32, o al del 2017 (34). Lejos quedan los 62 diputados conseguidos en el 2010, o los 50 del........