Cuando los buenos datos no importan

Una mentira repetida mil veces puede convertirse en una verdad. En el mundo de la política, y seguramente también en otros ámbitos, acaba siendo más importante lo que uno cree que pasa que lo que realmente pasa. Es propio de la oposición repetir una y otra vez que todo va mal y que la solución solo puede llegar de la mano de un cambio que acabará, por fin, con todos nuestros problemas. Y si esto ya ocurre de forma habitual, lo vemos más aún cuando estamos a dos semanas de unas elecciones.

Anoche empezó la campaña de las elecciones al Parlament de Catalunya, fijadas para el 12 de mayo. Ahora, como en el famoso anuncio de detergente, todos dirán que su producto lava más blanco y que es mucho mejor que el de la competencia. Mientras el president Pere Aragonès, cabeza de lista de ERC, tratará de defender sus logros al frente de la Generalitat, tendremos a Salvador Illa, el candidato de los socialistas, que nos presentará un panorama en el que todo va mal y tratará de convencernos de que es el momento de pasar página e iniciar una nueva etapa, aunque no aclara muy bien qué hará nuevo o diferente. Y al mismo tiempo,........

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